Trabajar con un zacho y hocino.

*Me han dado trabajo arreglando una finca, cortando árboles y haciendo zanjas, me gusta. Me siento bien por la mañana cuando los primeros rayos de sol golpean mi cara, respiro aire puro y huelo el intenso aroma a hierba mojada todavía con el rocío, me siento fuerte.
Con el zacho en la mano no hay nada que se resista...parto canchales, cabo zanjas, transplanto árboles, arrastro maleza y si estalla la revolución creo que junto con el hocino seran mis herramientas para luchar, años de práctica en Extremadura hicieron de mi un maestro del oscuro arte del zacho y el hocino...cuidado, jaja.

Resulta curioso que quien me contrata sea un currante sudamericano y no un empresaurio español. No me ha dicho que me pagará menos por ser español, tampoco me ha dicho que haga más horas que un reloj...